Creo que no tengo criterio


Escrito el 25/07/2017 por Juan Manuel Llorca

Mi falta de criterio es tan grande, que ni siquiera tengo criterio sobre si tengo criterio.

Ya he contado en este blog que quien les habla se sabe tonto de remate, pero, mira tú por dónde, a esa estupidez reconocida se le está sumando en los últimos tiempos una falta de criterio en temas que otros tienen más claro que el agua y en los que, por lo visto, tomar partido está chupado de tan obvio que resulta.

Pero el que suscribe echa en falta la casilla de “no sabe, no contesta”, a la cual recurriría sin empacho alguno en mil y una ocasiones, acompañando el gesto con un levantamiento de cejas en forma de signo de interrogación.

La gestación subrogada, Maduro, Venezuela y compañeros mártires, el suicidio de Blesa, los toreros muertos, el referéndum de Cataluña… son algunos ejemplos de temas que, sin llegar a quitarme el sueño, que no hay que exagerar, me confunden, me atolondran y me dejan saber, como dijo el filósofo, que sólo sé que no sé nada.

Y, como la vida es por comparación, mi nivel de asombro sube hasta límites alarmantes al comprobar que el resto de los mortales, especialmente aquellos a los que leo en Twitter, que es una cosa que tiene 140 caracteres igual que mi mujer, tienen clarísimas sus opiniones sobres los temas mencionados en el párrafo anterior e incluso sobre todos los demás que no he nombrado y que, como se pueden imaginar, son insondables como los mares de China.

Las redes sociales están requetebién, no lo dudo, pero yo estoy en la prehistoria de las mismas, sirva como ejemplo que tengo un blog, que es una cosa que por lo visto ya no se lleva. Pero resulta que las dichosas redes sociales exigen inmediatez, hay que ser graciosos antes que los demás, y tomar partido como si no hubiera un mañana dejando un reguero de muertos, heridos y prisioneros a las espaldas, que para eso está la razón absoluta que, como es sabido, es propiedad personal e intransferible de todos y cada uno de nosotros.

Pero yo estoy en la inopia o me acabo de caer de un guindo o no me entero ni del NODO o estoy en Babia o en la Luna de Valencia o, en definitiva, soy más tonto que Abundio.

Y no sé si la gestación subrogada es un crimen abyecto contra la mujer o algo que puede ser positivo si se regula adecuadamente. Y creo que se puede ser de izquierdas y criticar abiertamente a Maduro y su política sin convertirme en un criptofascista y sin dejar de pensar que parte de la oposición venezolana es escoria. Y no me da el cuerpo para alegrarme ni hacer chistes con el tiro en el pecho de Blesa por muy mal que me cayera, que me caía. Y tampoco me alegro de que un toro dé una cornada de tres trayectorias a torero alguno, por mucho que desprecie las corridas de toros y el maltrato animal que suponen. Y creo que el procés de Cataluña es una vergüenza para todas las partes, los independentistas en su huida hacia adelante y los Españolistas en su inmovilismo ultramontano por tierra mar y aire.

Y así voy avanzando, sin saber a qué carta quedarme, envuelto en un mar de dudas en un mundo donde todo parece estar claro para todos menos para mí.

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